MEMORIA DE UNA GENERACIÓN |
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* CARBALLESES EN SU RINCÓN * |
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Entrevista a nuestro "Amigo de los 50"
Argimiro Vázquez Guillén
Publicado en La Voz de Galicia
Edición Carballo, Sábado, 3 de Mayo de 2008
CARBALLÉS EN SU RINCÓN - ARGIMIRO VÁZQUEZ GUILLÉN
Procurador en Madrid, hasta hace cinco años fue vocal del Comité de Competición de la Federación Española
« El mundo del fútbol se está pasando un poco desde el punto de vista económico »
Argimiro Vázquez Guillén es procurador, una profesión que tal vez no tiene el relumbrón social o mediático de la abogacía (pese a que el ejercicio profesional de ambas comparte la licenciatura de Derecho), pero que es esencial en el funcionamiento del Estado de Derecho, como representantes que son entre el cliente y la Justicia. Él dice que nunca quiso ser letrado, como por ejemplo lo fue su padre (además de presidente del Bergantiños en los años cincuenta). Le gusta estar en contacto con la gente, moverse por los tribunales. A eso le ayuda mucho su carácter abierto.
En una rápida búsqueda de noticias en Internet, su nombre (que es el de su despacho) aparece vinculado profesionalmente a casos muy importantes. «Trabajo mucho, y tengo asuntos de mucha responsabilidad», reconoce. Por citar solo dos de esos llamativos: los Albertos o la llamada operación Guateque . Le ha ido bien. A ciertas edades, los triunfos y éxitos ya pueden confesarse sin rubor o sin falsas modestias. Son los frutos de 40 años de ejercicio, desde que llegó a Madrid, donde ya trabajaba uno de sus siete hermanos, con poco más de 23 años.
Además de su profesión, una buena parte de su vida madrileña ha girado en torno a los órganos decisorios sobre el fútbol. Sobre todo, el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol, una entidad necesaria para dirimir infinidad de conflictos o sanciones y, casi por naturaleza, polémica, ya que siempre habrá alguna parte disconforme. Argimiro fue vocal del comité entre el año 1996 y el mes de febrero del 2003.
«Fueron años intensísimos», explica. Cualquiera de las decisiones se miraba -y se mira- con lupa de muchos aumentos. Había llegado al puesto tras cinco años de paso por otros órganos de apelación. Se lo había pedido un ex compañero, que por cierto había jugado la Eurocopa del 64, teniendo en cuenta sus cualidades de ex futbolista y de jurista.
Asuntos de importancia
En el comité le tocaron asuntos de mucho cuidado. Justo antes de dimitir junto a sus compañeros, por disensiones graves con los responsables de la Federación, llevó casos como el de Gurpegui, el cierre del Nou Camp o el de Piterman. Recuerda que este trabajo, que compartía «con gente de mucha categoría, independiente, que trabajaba gratis et amore », le dio muchos disgustos y muchas satisfacciones.
«Estábamos siempre en el candelero. Recuerdo que, una vez, el periodista José María García me dedicó 38 minutos por una sanción a Mostovoi, a cuenta de que yo era socio del Deportivo». Y, sí, lo es, como también es accionista del Celta, socio del Real Madrid (abonado 6.913, lateral oeste, grada alta) y del Atlético (carné 1.308), además de pagar las cuotas del abono en el Barça para un sobrino suyo.
El fútbol, como se ve, es un capítulo muy destacado de su vida. En los profesional y en lo personal. Va a todos los partidos que puede. Los del Deportivo, si le quedan cerca, no los pierde nunca. Acudió a ocho Mundiales, a las Eurocopas en las que jugaba España. E, inevitablemente, hablar de fútbol es hacerlo del primer tercio de su vida en Carballo. Jugó en el Bergantiños entre el 58 y el 61. Recuerda a compañeros y amigos, algunos de los cuales ya no están: Amadeo, Alberto, Gelucho, Roberto Labarta. Fue subcampeón gallego juvenil tres años, frente al Celta. Recuerda a Vitolo, el presidente; a Ignacio, el entrenador. «Fueron aquellos unos años preciosos. Toda esta era gente excelente». Más tarde, jugaría en el Compostela. En la campaña 63-64 coincidió con Pose y Amadeo, ambos carballeses.
Argimiro recuerda los paseos por el centro, la huerta del Casino, los trolebuses. Vuelve a Carballo una o dos veces al año. Lo ve ya -quién no- como un pueblo muy grande, «pero mal planificado en su momento. Urbanísticamente es mejorable, ha faltado un poco de control en su crecimiento».
El fútbol de nuevo. Una pasión que absorbe, pero también un negocio que mueve a multitudes. Y en el que se manejan cifras millonarias, en muchas ocasiones galácticas, y esto es un modo de hablar, no va por el Madrid. «Sí, el mundo del fútbol se está pasando un poco desde el punto de vista económico. Así, no hay manera de que un equipo pequeño pueda competir con uno grande, que si quiere al mejor jugador, lo compra y punto. Un pequeño no puede hacer eso. O poner sueldos de mil millones, es tremendo. Yo creo que habría que establecer topes, ajustar esto un poco», explica el procurador.
Hablando de sueldos, ¿qué le parece que un presidente se ponga el 1% del presupuesto como sueldo? «No lo veo ni bien ni mal. Pero si es una persona que se va a dedicar exclusivamente a esta tarea, siendo un gestor, sí me parece bien que cobre un buen sueldo que le permita vivir bien».
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