 El domingo 21 de enero de 1906, a las cuatro de la tarde, en el Salón alto de la Sociedad de Obreros (calle Pacheco de Mondoñedo) se celebró el acto inaugural de esta nueva Sociedad mindoniense. El local se encontraba repleto de público, en el que destacaban sacerdotes y seminaristas, tampoco faltó representación de otros elementos y especialmente el obrero.
El Salón se hallaba modestamente engalanado, pero con gusto, luciendo en la cabecera del mismo la imagen de la Concepción y los retratos de Pío X y Carlos VII, bajo pabellones coronados y de los colores nacionales; los demás lienzos ostentaban escudos nacionales, orlados de banderas y atributos militares.
A las cuatro y media ocupó la Presidencia el Sr. D. Enrique Costas Márquez, Arcipreste de la S. I. C., sentándose a su lado el Presidente de la Juventud Carlista y más tarde los Sres, Blanco Agras, profesor del Seminario y José María Miranda Luaces. A los acordes de la Marcha Real, que el público escuchó de pie, se descubrió el retrato de D. Carlos. Seguidamente dió lectura el Sr. Riobó, Secretario de la Sociedad, a una memoria, se leyeron las adhesiones enviadas, entre ellas las de las sociedades carlistas de Valladolid, Reus, Valencia, Barcelona, Calahorra, Orense, Palencia, Santander, Alboraya (Valencia) y Orduña. Ejecutó inmediatamente la rondalla un hermoso vals.
Pronunció luego un discurso el alumno de 2º año de Sagrada Teología, Sr. Lombardia, que escuchó aplausos. Leyó el Sr. Riobó una poesía humorística de D. Antonio Noriega Varela, titulada ?O Brindis d´o labrego?. Alternando con hermosas piezas de la rondalla, pronunciaron discursos y leyeron poesías los Sres. D. Victoriano López Bermúdez, Francisco Fanego, Andrés de las Heras, Vicente López Villar, Enrique Picoaga Cageao y Constantino Vázquez, que fueron premiados con salvas de aplausos.
Seguidamente hizo uso de la palabra el Sr. Costas Márquez, que en vehemente y elocuente discurso trató de hacer ver las ventajas de Sociedades como la que se inauguraba, tanto para el bien de la Religión como para el de la Patria.
Con la Marcha Real española que el público escuchó nuevamente en pie, con vivas a la Religión, a Pío X y a Carlos VII, se terminó el acto inaugural de esta nueva Sociedad.(1)
(1)- Revista quincenal ?De todo un poco?, del 1 de febrero de 1906.
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